jueves, 5 de mayo de 2011

La queja y el espíritu de Codorniz

                                                                                                                   1-30-    Num 11:1-6
     Numeros 11:4
   "Y la gente extranjera que se mezcló con los hijos de Israel tuvo un vivo deseo, y también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! 5.-Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones,  las cebollas y los ajos; 6.-y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.

   Y la gente extranjera que se mezcló con los hijos de Israel tuvo un vivo deseo y también volvieron a llorar y dijeron, a los hijos de Israel : ¡Quién nos diera a comer carne! "

    En este pasaje bíblico la codorniz representa la codicia, la ambición el deseo desenfrenado del hombre de adquirir algo a toda costa sin importar los medios ni los resultados o consecuencias que conlleve alcanzar esa meta.
   Es tan terrible este espiritu de engaño que hay vidas que se han entregado a satanás con tal que él les prospere, en otras palabras le han entregado su alma al diablo por adquirir dinero, posiciones, reconocimiento, etc…
   Entonces de manera figurativa este pasaje puede representar que detras de esa codicia o ambición por adquirir .fama, dinero, o alguna posición, se manifiesta lo que yo llamo el espiritu de la codorniz

    Codorniz: Ave de paso, del orden de las gallinaseas , alas puntiagudas, cola muy corta, pico oscuro y cuerpo de color pardo, con rayas oscuras. La codorniz es un ave que emigra durante el año en distintos lugares de la tierra, es un ave de paso. Esta ave se usa para platos esquisitos en el arte culinario. Es relativamente mas costoso en comparacion con otras aves tales como la gallina.

    Fíjese que todo comenzó con un vivo deseo. Este deseo fué motivado por la gente del vulgo o los extranjeros,
   Dios le había prohibido al pueblo mezclarse con gente que vivían de manera desordenada en, lascivias, orgias, idolatrias, hechicerias ect…
   En otras palabras gente pagana cuyo dios se centraba en su vientre o en los deseos puramente terrenales y diabólicos.

Deuteronomio.7:3
     Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. 4Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.

    Los deseos malos se originan en el Corazón, Mat. 15:19. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfeias.

    No podemos mal interpretar el anhelo de cada ser humano de progresar y de procurar lo mejor para sí, eso no es pecado, Dios desea que prosperémos así como prospera nuestra alma.

   3ra de Juan verso:2
    "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad."

Pero lo que el pueblo estaba haciendo era quejarse, de todo y por todo. Nada les parecía nada.

     Las murmuraciones y las quejas de su pueblo.
    Núm.14:27-35.
     Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?

    Cuando una palabra suena como es, se llama onomatopeya, por ejemplo: cuac, cuac, miau, miau, bla,bla, bla, yapi, yapi. Cuando nos quejamos eso es lo que escucha Dios, un sonido repetitivo y molestoso que “lo vuelve loco”. Dios aborrece, detesta esa actitud de contradicción, duda y rebelión. No la tolera.
Si decidimos o escogemos el murmurar y el quejarnos como nuestro estilo de vida, ¡entonces de regreso al desierto vamos!

    Las malas actitudes hacen de la vida una experiencia seca, dura y sin gozo. ¿Se ha sentido alguna vez así?

   ¿Como si su vida está falta del gozo y la plenitud que usted desea?

   ¿Cómo que se está perdiendo de la clase de vida abundante que la Palabra de Dios promete?
Necesita recordar esta verdad: Aquellos que escogen la queja y la murmuración como sus estilos de vida pasarán sus vidas en el desierto.

    Las malas actitudes después de reconocerlas hay que reemplazarlas con las actitudes que Dios ha diseñado para que puedas vivir en la Tierra Prometida.

    Identificamos una mala actitud y la desechamos, identificamos una buena actitud y la adoptamos.

1 Cor. 10:7-8 .
    No adopten una mala actitud como ellos allá en el desierto o se les estarán uniendo en su peregrinaje.
  
¿Cómo comenzar a lidiar con mis actitudes?

     a.) Decidiéndose a creer que las actitudes son críticamente importantes para tu vida

     b.) Entendiendo que las actitudes son sumamente importantes para Dios

    c.) Entendiendo que hay serias consecuencias de “desierto” para los que escogen actitudes incorrectas

    d.) Decidiéndose a cambiar las actitudes que sea necesario cambiar

    e.) Entendiendo que no puedo cambiar mis actitudes sin la ayuda de Dios

    f.) Disponiéndome a estudiar la Palabra de Dios para aprender qué actitudes necesitan cambiar y
         cómo empezar a hacerlo.

    Todos nos quejamos más de lo que nos gusta admitir. Nos quejamos cuando expresamos resentimiento por las circunstancias que están más allá de nuestro control y por las cuales no estamos haciendo nada.

    El quejarnos no cambia nada, sólo satisface nuestra naturaleza pecaminosa. El quejarnos libera “energía emocional negativa” en una manera que provee alivio momentáneo de una situación o circunstancia que quizás sea frustrante para nosotros.

Núm. 1:1,
     Quejándose, murmurando, lloriqueando, refunfuñando y Dios envió fuego del cielo. Escogieron quejarse, o sea que escogemos nuestras actitudes. Ellas no nos escogen a nosotros, nosotros las escogemos, las seleccionamos a ellas. ¡Nuestro problema de actitud está frente al espejo!

Núm. 1:1,
     El pueblo, nuestros problemas de actitudes no los podemos adjudicar a nadie, no podemos excusarnos diciendo: “es la actitud de mi mamá la que heredé”, “es culpa de mi papá que yo sea así”, “es mi jefe”, “es mi vecino”, “son mis circunstancias”. Escogemos las actitudes a asumir frente a lo que nos rodea.

    Los israelitas tenían buenas razones para no quejarse, tenían más que suficientes razones para estar agradecidos, sin embargo, escogieron la actitud de la queja.

    ¿Se acuerdan del informe de los espías? El pueblo escuchó el informe de la mayoría y el informe de la minoría, ¿y qué hicieron? Decidieron.

    Hemos hablado de actitudes, pero no hemos definido lo que son actitudes:

        a.) Actitudes son patrones de pensamiento- desarrollamos una manera de pensar acerca  de las cosas ,una manera de enfrentar la vida.

        b.)Actitudes son patrones de pensamiento que se formaron por un periodo de tiempo largo. Los israelitas súbitamente no comenzaron a quejarse en el desierto, se quejaron en Egipto mientras hacían ladrillos. Usted dirá: ¡pero su vida era difícil! Sí, pero muchos antes de ellos y después de ellos en circunstancias iguales o peores, han escogido no quejarse.

      c.)Las malas actitudes son maneras de pensar habituales y dañinas y a veces no nos percatamos que las tenemos.
Nos acostumbramos a reaccionar de una manera específica que nuestras decisiones se vuelven automáticas y creemos que forman parte de nosotros, lo que no comprendemos es que trágicamente las consecuencias son automáticas también.
  
    Al igual que los israelitas al umbral de la Tierra Prometida, usted y yo podemos estar más cerca de lo que creemos a un cambio dramático y que produzca vida y gozo, usted puede escoger rechazar la queja y confiar en Dios.

   Una verdad crucial acerca de la queja es la siguiente: Quejarse es un pecado. Pecado es errar el blanco, es fallar en relación a las justas y santas demandas de Dios. Nuestra queja nos puede conducir a enojo, amargura y aún depresión.
  Cuando nos quejamos, escogemos una respuesta que nos daña en vez de hacernos bien. Te dañas, te perjudicas tú primero. Dios te ama y no quiere que te hagas daño.
  Cuando nos quejamos, herimos a Dios. Dios se afecta cuando escucha nuestras quejas y ve nuestras actitudes incorrectas, ¡porque el quejarnos cuestiona la Soberanía de Dios!
   Al quejarnos estamos diciendo: !Dios, metiste la pata! Tuviste una oportunidad de llenar mis expectativas, pero no supiste hacerlo, no supiste manejarlo. Buen intento, Dios, estuviste cerca pero no lo suficiente.
Al quejarnos, herimos a las personas que nos rodean.
 ¿Cómo definimos queja? Expresar insatisfacción con una circunstancia que no está mal o equivocada y porla cual no estoy haciendo nada para enmendar o corregir.

    Si hay algo de incorrecto y tú expresas insatisfacción, eso no es quejarse. Ejemplo: hacer piquete frente a una clínica de aborto, quejarte por la mala comida de un restaurante, etc.
Quejarse es refunfuñar acerca de cosas que no están equivocadas o incorrectas.
El no hacer nada por mejorar la situación es otro factor del quejarme.
La queja envuelve circunstancias, situaciones, la crítica envuelve a personas.
  
    Volvamos a Núm. 1:1 Dios escuchó cada palabra de cada quejoso de los hijos de Israel. El estaba allí. Allí estaba la nube de día y la columna de fuego de noche. Dios estaba allí…escuchando y ellos lo ignoraron.

   Una y otra vez se lee en la Escritura frases como éstas:

      a.)”Yel pueblo se quejó…”

      b.).”¿Porqué no podemos tener más de esto?”

      c.) “¿Y cuándo vamos a tener más de eso?”

      d. )“¿Porqué no te das cuenta de que yo necesito..? "

      e. )“Tú sabes…”

         Escuche estas:
        ¿Porqué tengo que pasar por esto?, ¿Porqué tengo que soportar todo esto cuando la vida le va tan suave a ellos? Estoy cansado, ¿cuándo esto se va a acabar?¿Porqué mi vida no puede ser más como _________?

    Esta continua queja, “bla,bla,bla, yapi, yapi”, sube hasta los oídos de Dios y El responde: ¿Se pueden retirar de Mí con esa queja crónica?
    Si usted está vivo, enfrentará alguna medida de adversidad, esto parece sorprenderle a algunos. Tendrá la cantidad correcta de adversidad como para cumplir los propósitos de Dios en sus vidas.
    Es nuestra decisión: regocijarnos por todas las buenas cosas que Dios ha hecho en nuestras vidas o quejarnos acerca de esa sola cosa, cualquiera que ésta sea.
    Al quejarnos estamos rechazando la gracia que puede ayudarnos a través de esa situación.
  
    Considera esto:
    Esa misma adversidad de la cual te quejas frecuentemente es lo que Dios quiere usar para mantener tu corazón cerca de El. En su gracia, permite la adversidad para atraernos cerca de El.
   Lo malo no es la adversidad sino nuestra respuesta a ella. ¡Es nuestra actitud!
   Conclusión:
         Dios oye nuestra queja y le desagrada. Nuestras quejas le rompen el corazón, le golpean Su rostro e insultan Su gracia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario