jueves, 2 de diciembre de 2010

Tomando nuestra Ciudad

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   El soldado de Cristo, que quiere luchar en la mejor forma debe postrarse al máximo antes de la batalla.
La manera mas efectiva para ganar nuestras batallas es sobre nuestras rodillas, postrados ante el Señor y buscando de él la forma o el método para ganar nuestra ciudad.
   Cuando seguimos los métodos de Dios, Él gana la batalla y recibe la gloria.
   Cuando usamos nuestros propios esquemas y sistemas, tal vez consigamos la gloria pero la victoria será de corta duración.

   Nadie puede tomar una ciudad por sí solo.

   Cuidado con la incredulidad nos da “Visión de langostas” (recordemos a los 12 espías;
Num. 13:33)
   La tierra que fuimos a explorar mata a la gente que vive en ella, y todos los hombres que vimos allá eran enormes. 33 Vimos también a los gigantes, a los descendientes de Anac.[a] Al lado de ellos nos sentíamos como langostas, y así nos miraban ellos también" desian.

“Obstáculos son aquellas cosas que nos asustan, que empezamos a ver cuando apartamos nuestros ojos de la meta”. Cuando apartamos nuestros ojos de nuestro
Señor nos estancamos, nos detenemos y nos volvemos quejosos y pesimistas.
(Josué y Caleb; Num. 14:6–9) --¡La tierra que fuimos a explorar es excelente! 8 Si el Señor nos favorece, nos ayudará a entrar a esa tierra y nos la dará. Es un país donde la leche y la miel corren como el agua.    Josué y Caleb tenian fe en las promesas de Dios y juntos vencieron al enemigo.
Dios usa métodos que pueden parecer ridículos o locos.Pero Dios es quien nos da la estrategia que no falla, el que abre las puertas y nos revela la victoria.
   Números 15:1-30   Despues el pueblo Obedecio a sus líderes respeto a la Palabra que Dios ordeno manifestaron unidad, cooperación en un solo sentir entre ellos y así Dios les dio la victoria.(Josué 6: 6–9) 
  Tuvieron fe y mucha paciencia la ciudad a Josué en el primer día?
Mantener silencio y esperar el tiempo designado por Dios también requería disciplina.   Confiaron en Dios para lo imposible (Josué 6: 10–14)
Y entraron a la ciudad de  Jericó usando gritos y trompetas como armas? El arca (representando la presencia de Cristo) estaba con ellos y esto quería decir que Dios haría la obra. Con Dios de nuestro lado, todas las cosas son posibles.   Obedecieron a Dios en cada detalle Dios nos ha dado en su Palabra todo lo que necesitamos saber para sembrar el evangelio y ganar nuestra ciudad para Jesús. Hoy por hoy, muchos cristianos (e iglesias) inventan sus propios planes, tomando prestados esquemas ideados por el hombre y sus esfuerzos al final fracasan. Si escuchamos las órdenes de nuestro General Jesús y las obedecemos.(Josué 6: 15–16)
    Él nos dará la victoria.
(Josué 6:17–25).

    El señor Jesús es el Comandante en Jefe de nuestro ejercito, Él es quien tiene
la estrategia para la victoria, Él es ¡El Príncipe de los Ejércitos de Jehová!
entonces, si queremos tener victoria, debemos reconocer la autoridad de El
sobre nuestras vidas y someternos a El. Josué se rindió a su autoridad, se dejó
vencer por el que portaba la espada desenvainada; postrado le adoró (Josué
5:14), este hecho es muy importante, hemos de experimentar primero a Dios
en nuestra búsqueda privada en oración y adoración, y rendirnos sin
condiciones a Él para tener victoria asegurada. Vemos entonces que Dios le
dio las ordenes exactas para vencer la ciudad (Josué 6:2 –5), y todo lo que
tenia que hacer Josué era obedecer. Le fue dada la promesa “Yo he entregado
en tu mano a Jericó”, pero el pueblo tenia que obedecer y marchar en fe para
alcanzar la victoria aun cuando la orden parecía “ridícula o ilógica”

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